RSS

martes, 22 de diciembre de 2009

Se trataba de que el planteamiento científico del problema del alma era absurdo. Existiera o no el alma, no se podía contemplar científicamente. Era algo dado directamente a cada persona, que nada podía demostrar a otra. La ciencia no podía refutar con pruebas la tesis de la inmortalidad del alma. Pero tampoco la religión podía demostrar su dogma sobre la continuación de la existencia del alma después de la muerte del cuerpo.

Koliusha

0 comentarios:

Publicar un comentario