RSS

viernes, 4 de septiembre de 2009

Tal era su hambre de gloria que, al abandonar Macedonia, quiso repartir todo lo que poseía entre sus fieles compañeros de armas. Cuando uno de ellos de preguntó qué era lo que se reservaba para sí, Alejandro respondió: "La Esperanza". "Nosotros -dijeron sus compañeros- queremos participar de ella".

Heródoto

0 comentarios:

Publicar un comentario