RSS

martes, 28 de julio de 2009

Quiero decir que en nuestro mundo enseguida nos salimos del registro del odio o del amor..., como esos sonidos que un perro no puede oír. Al final, no queda más que una especie de naúsea: uno jamás desea volver a causar sufrimiento alguno.

Control

0 comentarios:

Publicar un comentario