RSS

sábado, 15 de agosto de 2009

Observó que todos ellos se atribuían mutuamente cualidades legendarias; era una especie de conspiración en la que todos participaban. Por la misma razón se perdonaban alegremente sus errores, porque no se atrevían a creer, en su propio interés, que en el Departamento había lugar para los imbéciles. Para quienes servían allí, el Departamento tenía un aspecto casi religioso. Como monjes, lo dotaban de una identidad mística, que no tenía relación alguna con el grupo de pecadores vacilantes que componían sus efectivos. Si con cinismo podían hablar entre ellos de sus cualidades respectivas, su fe en el Departamento ardía en una capilla aparte y le daban el nombre de patriotismo.

John Somerton Avery

0 comentarios:

Publicar un comentario